martes, 16 de julio de 2013

Convocados por la tragedia


Psyche Navegante Nº: 65 www.psyche-navegante.com
Area: Actualidad
Sección: Dossier República Cromañón
Título: Convocados por la tragedia
 Autor: Silvia Sisto
Tema: Crónica de la marcha del 6 de enero. Intentaré contar algo de lo que los medios no dicen. El valor simbólico de una ceremonia.

A una semana del horroroso incendio, los familiares de las víctimas o la banda o las seguidores de la banda, no se sabe bien quien, convoca a una marcha[1].
Piden justicia, piden que se vaya Ibarra,...piden, necesitan desesperadamente elaborar ésta traumática situación.
¿Son sólo ellos, los afectados directos ?, ¿o es un ritual necesario aunque no suficiente que la sociedad en su conjunto necesita atravesar?. Algunos en el lugar, otros a través de lo que alguien les podría relatar y la mayoría a través de los medios. En todos los casos se trata de una noticia mediatizada sin embargo los medios masivos de comunicación en su gran mayoría  se destacan por  lo que no dicen.
Esta nota va en esa dirección. Fui a la marcha porque lo necesitaba subjetivamente pero también con una mirada diferente a la que podría haber tenido en otro momento de mi vida, fui como ciudadana y también como psicoanalista. Intentaré contarles algo de lo que los medios no mostraron, no dijeron.
Plaza once siempre está llena de gente, pero ésta vez la gente se juntaba en un “santuario”. En el santuario hay fotos, frases, velas, flores...angustia. La concentración era bastante silenciosa, todos parecían hablar bajo, como en un sepelio. Una parte de los familiares decidió quedarse allí a esperar las 23hs, momento  que se produjo el incendio, otra decidió marchar hacia Plaza de Mayo con carteles que mostraban las fotos de sus hijos muertos. El reclamo de justicia y la renuncia de 2Aníbal Ibarra era la consigna más fuerte. Sin embargo creo que no se trataba sólo de eso. Decidí apurarme e ir mas rápido para recorrerla en su conjunto y así me fui encontrando con pedazos de nuestra historia reciente y pasada.
En ese paneo a velocidad se escuchaba: - paredón, paredón!!!, el - “que se vayan todos”-  no lograba imponerse demasiado, había unas señoras con cacerolas que tal vez esperaban desde el 2001 para subir a la próxima marcha.
Esa es la imagen, un colectivo donde se subía cada uno en su parada. La consigna que unificó a la masa fue: - ni las bengalas ni el rock and roll, a los chicos los mató la corrupción. Por supuesto los insultos a Ibarra abundaron
Otro elemento fueron las velas, las velas son todo un símbolo, no es la primer marcha con velas, pero en ésta ocasión tenían un valor muy diferente. Habían muerto muchos en un incendio, llamar a una marcha de velas con cuarenta grados de calor y tantos adolescentes sensibles, daba miedo.
Av. Rivadavia se encontraba sin luz en varios tramos, al pasar por allí se hacía silencio, parecía que se iba con pié de plomo y las velas...no muchas, en algunas manos quemaban.
Frente a la Jefatura de Gobierno la tensión fue fuerte, se compactó la gente, no había luz y no se podía salir aunque se quisiera, los gritos y la catarsis llegó a un punto álgido. Si el espíritu de la mayoría hubiera sido quemar todo, ese era el momento, hasta fuego había, sin embargo la marcha marchó y cada grupo frente a ese lugar gritó lo suyo y llegamos a plaza.
Ingresé antes, quería  ver entrar las columnas. Un grupo de familiares corrió para tomar la cabecera, una mujer sin voz y destrozada de dolor decía: la van a pagar, se van a morir todos ustedes...señalando la casa de gobierno.
Hablaron con  megáfono y casi nadie podía escuchar. Los más jóvenes  se sentaron en círculo en medio de la gente, abrían espacios en medio del amontonamiento y pegaban las velas al piso, allí se sentaban ...hablaban...miraban las velas. La gente quería pasar y no se podía...muchas velas en el suelo...mucho calor. Los jóvenes con un fuego extra...como aquel día en Cromagnón, tal vez la diferencia fue que había muchos adultos.
La gente comenzó a desconcentrarse, busqué  una salida para tomar un taxi, caminé varias cuadras, estaba todo cerrado...finalmente allí se ve uno, ya en viaje el taxista pregunta - ¿viene de la marcha?. Y empiezan una serie de comentarios de esos que no circulan por los medios.
-          A usted le parece lo que hicieron?, la juventud es un desastre, yo cuando salen del boliche no subo a ninguno, me dan miedo.
-          ¿Será que los adultos hicimos algo mal? , le digo preguntando.
-          ¿A usted le parece? Se da vuelta ,  mi papá me enseñó a respetar a la gente, a ser educado....
-          Bueno, entonces usted aprendió de su papá.
-          No sé ...no, para mí no tiene nada que ver. Yo a mi hijo lo mande a vivir a 500 kilómetros con la madre..le dije:- yo no te puedo cuidar.
          Silencio...no dije nada, él tampoco.
Llegué a mi casa y no pude dejar de escribir estas líneas para contar parte de lo que los medios no dicen de lo que pasó ese aniversario de la tragedia.
Los disturbios no los vi, no dudo que hayan ocurrido, pero no fue lo importante. Sí creo en el valor de ceremonia que tuvo, el seguir sosteniendo el fuego en las manos es prueba del dolor descarnado aún. Del peligro en germen y de la ambigüedad. Del final violento. Ambigüedad que el grupo Callejeros -como representante tal vez de cierto malestar de nuestros tiempos - sostenía, pidiendo que no tiren bengalas mientras en su página Web llevaba un ranking de bengalas tiradas en cada recital. Como el taxista que dice que su padre lo educó, pero “que un padre eduque o no” no tiene nada que ver con la situación de riesgo que muchos de nuestros jóvenes viven. Será que la ambigüedad es la única forma que éste hombre encontró para soportar que no cuida a su hijo.
Según 3 Georges Bataille el sacrificio, en el sentido etimológico de la palabra es la producción de cosas sagradas.  Éstas tienen su origen en la pérdida, pérdida producida en el marco del culto que exigen destrucción cruenta de hombres y de animales de sacrificio.  Si las cosas sagradas tienen su origen en el sacrificio, el éxito del cristianismo puede ser explicado por la crucifixión del hijo de Dios.
En esta sociedad cristiana se sigue sacrificando hijos, ¿será por aquello de “a imagen y semejanza”?. Los hijos se vuelven sagrados después de entregarlos al sacrificio...son cosas sagradas. Cultura cruel esa que se funda en la muerte del hijo.
Esos hijos llevaron a sus hijos a realizar el culto a la  música y el fuego, murieron todos, los que podrían ser nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Ahora son cosa sagrada, ¿antes no tenían valor?,  será que lo cobran después del sacrificio?.
 Tal vez el problema reside allí y entonces no se puede tocar el tema de la responsabilidad que a cada uno de ellos también les toca, a los jóvenes, a los padres de esos jóvenes, a los músicos, cada uno en su medida. ¿Porqué no pudieron advertir que llevar niños allí era riesgoso mas allá del incendio?¿Qué falla entraña semejante acto?. Y si ellos no pudieron, la ley social haciendo de tope tampoco funcionó, nadie les prohibió la entrada, empresarios y políticos corruptos en el afán de acumular ganancias son los responsables. Fallaron todos los ordenes de la legalidad interna y externa .
En este marco se vuelven cosas sagradas,  intocables por la mayoría de los medios, siendo así garantía de adhesión. Ya que, soportar la verdad que descansa sobre la repetición de estos actos, seguramente convocará a los peores demonios de nosotros mismos como sociedad. A esos que no cierran sus fauces para dejar de tragar niños. Sino estarían tratando de ubicar la responsabilidad de los jóvenes que no son tarados, son jóvenes.
Voy a quedarme con lo que creo fue la diferencia, esta vez en esa marcha había muchos adultos, tal vez tratando de cuidar a esos jóvenes, sólo eso.... para no sacrificarlos.



[1] Marcha por el incendio del boliche Cromagnón el 30/12/04
2 Jefe de gobierno de la Ciudad de Bs.As.
3 Autor del libro: La parte maldita