Escena 1
Esta escena se desarrolla
en un medio de transporte publico, un colectivo.
Un joven sube, toma al chofer
y al resto del pasaje como rehenes, amenazando al primero con un cuchillo.
Por fuera, policías,
periodistas y curiosos en general ofician de cortejo ¿“fúnebre”?.
Periodista: (en
transmisión de televisión) -el joven sigue afirmado al chofer amenazándolo de
vida.(¿?)
Junto al relato se
trasmiten las imágenes donde un jefe del grupo policíaco sube al colectivo y
trata de convencer al joven de algo, con gestos amables.
Escena 2
Periodista:
dirigiéndose a la cámara dice -el jefe lo convenció.
(Cuando el chofer baja,
las preguntas de los periodistas son las siguientes):
- ¿Le pegó? ¿lo robó? ¿En
qué pensó en ese momento, tuvo miedo? ¿Que quería?
Chofer: quería
hablar con el juez, se entregó llorando.
La cámara muestra a un
jovencito de 16 años subiendo a un celular secándose las lágrimas. Mientras
tanto el jefe de ciudad Caótica declaraba:
La violencia que estamos
asistiendo es...
El resto no tiene sentido seguir
escuchándolo, la verdad apareció allí, en varias ocasiones. Cualquier semejanza
con la realidad es real y/o Real.
Fragmento tomado de un noticiero
de TN del 09/04/99.
Haber escuchado esta nota, una
más de tantas, en la infinita serie de episodios que los noticieros en sus
distintas versiones muestran, merece una lectura.
-¿Qué es esto de que un joven se
afirme a otro (en este caso un adulto) mientras lo amenaza de vida con un
cuchillo? ¿Cómo se amenaza de vida?
-Que semejante escena bárbara sea
¿sólo para algo tan civilizado como querer ver al juez?
-Que el jefe de la ciudad confiese
ante las cámaras y sin el más mínimo rastro de haberse escuchado que está:
¿”asistiendo la violencia”?
Entonces si el jefe asiste a la
violencia y no al joven, a éste sólo le queda hacer uso de aquélla para llamar
al juez. El juez que nunca se hizo presente ni siquiera en off, es una
instancia tercera que funciona en el joven, que a pesar de ser el más alterado
es también el más angustiado. Sus lágrimas son entendidas por el chofer que
parece no guardarle rencor. Cuando le preguntan en qué pensaba mientras era
amenazado dijo –en mi hijo.
Un padre que piensa en su hijo
puede afirmarlo. Soportando la amenaza de estar vivo.
Por otras ciudades se juegan
escenas similares, ¿será por esto de la globalización? ¿Porqué no?. Sabido es
que ésta, afecta a todas las clases sociales, con la simple diferencia de qué
tipo de armas se usan. Algunos un cuchillo, otros sofisticadas armas. Pero
parece ser que se trata de excluidos, no sólo económicos, que a fuerza de corte
y tiro intentan incluirse. Seguramente también se trata de falta de producción,
aquí por razones económicas (estamos a salvo de mayores responsabilidades) pero
Denver es una ciudad con el 4 por ciento de desocupación. Con lo cual en el
lazo social la única producción posible no es la mercancía generadora de dinero
o el dinero por sí mismo en el peor de los casos. Ese resto, ese excedente
admite distintos valores. Creo que Denver es una prueba. Esos jóvenes
intentaron hacerse lugar en el lazo social.
Aquí un jefe de policía convence
a un joven que deje de amenazar de vida buscando un juez y suba al celular, en
un lindo reformatorio lo matarán (por lo menos simbólicamente).
Allí en Denver un grupo de
adolescentes mata a sus pares a quemarropas festejando el cumpleaños de su
líder, que no es Lennon.
Aquí un jefe de gobierno confiesa
ingenuamente estar asistiendo la violencia.
Allí el Jefe se hace lugar en los
países del Este sosteniendo una vez más la guerra en nombre de la paz.
Hoy cuando llevaba a mis hijos a
la escuela, la zona estaba custodiada por señores fuertemente armados.
Mi hijo de 7 años dice –¿Mamá
ellos nos están cuidando?
El mismo se responde (yo no
encontraba las palabras):
-Pero con eso matan.
No fue una pregunta. Nos volvimos
a casa.
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