jueves, 8 de noviembre de 2012

Entre lo mucho y lo mucho



Anoche tuve un sueño, una pavada, no tiene nada que ver con nada.
Bueno, igual te lo cuento...

“Venía la boleta de gas, primero leía 1000 pesos pero no, era 100, me desperté sobresaltada mal, 100 pesos es mucho.”

-          ¿Y mil?
-          Mil es lo que querría ganar...
-          Pero si cien es mucho, parece que no vas a salir a buscar los mil, te vas a quedar con los cien. Total, es mucho.
-          Bueno, sí, en realidad me ofrecieron un dinero para que me quede, cien pesos. Truchada, viáticos, no sé bien.
-          ¿Son sólo los cien los que te retienen o la alianza con el jefe te resulta atractiva?

Desde hace un tiempo esta joven se debate entre seguir en un trabajo donde la corrupción alcanza a todos los niveles o buscar otra cosa.
Pero... no hay trabajo... la desocupación... la crisis.
Pero el gas letal del estado mandó su factura por la vía del sueño que no tenía nada que ver con nada, pero la despierta mal, sobresaltada.
Tal vez tenga que ver con su familia, con aquel recuerdo infantil que retornaba sin sentido:
“Yo era chiquita 3 o 4 años y me decían: decí puta, decí puta, todos se reían y yo repetía.”
-          100 pesos es casi una risa como soborno, sin embargo te alcanzan para tentarte y repetir.
-          Es terrible no me puedo ir de ese lugar
-          ¿De cuál?

*Artículo publicado en la revista Psyche Navegante N° 14 - www.psychenavegante.net - 

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